Mediatización, sugestión
social y operaciones de la red
Análisis del los documentales
El precio de lo Gratuito y Libertad en la Red aplicados al contexto colombiano.
Por:
Marcela Cataño Lenis
Grupo:
302
La búsqueda de un bienestar real para el mundo, dónde
todos obtengan lo que desean, la riqueza abunde y los ideales sean masificados,
es hoy liderada por la red y los imperios que detrás de esta se han edificado.
Cientos de organizaciones que diariamente trabajan con base a la información
brindada por millones de usuarios que confiados y convencidos en un ideal de
conectividad, tecnología y nuevos aprendizajes, han permitido que dichas
compañías conozcan, vendan y divulguen de manera constante su información.
La historia de Internet y cómo este ingreso a múltiples
hogares, empresas y gobiernos es tal vez algo reconocido y explicado de manera
constante en los medios masivos y claramente por medio de la internet, sin
embargo lo que aún no es conocido es que su funcionamiento está justificado y
basa sus operaciones en la manipulación de la información que permita al poder
de quien la ostente. Dicha manipulación es el pequeño o gran precio que pagan
los millones de usuarios por usar plataformas que permitan la interconexión del
mundo y que claramente vayan de acuerdo a la globalización y eliminación de
fronteras que ahora se ha hecho invisibles.
La Internet es denominada como “una gran red de redes de
computadores, de cobertura mundial que tiene varias líneas de estructuras,
siendo la red local la más próxima a los usuarios, que, a su vez, se conectan a
una red regional, la cual llega a una o más redes principales. Su acceso
Comprende la disponibilidad de equipo por parte del "internauta" y
las tarifas establecidas por las empresas proveedoras de servicios Internet
(Internet Service Provider ISP), pero reguladas, como en el caso colombiano,
por disposiciones gubernamentales”.[1] A
su vez es esta la responsable de conectar a la humanidad de forma total,
llevándola a su vez a un cambio de paradigma desde su creación.
Tildada como una revolución silenciosa y abarcando los
ámbitos más delicados que este gran avance científico ha creado, es que
comienzan a desarrollarse El Precio de lo Gratuito y Libertad en la Red, dos
productos audiovisuales que bajo la idea de documental, evidencian el trasfondo
no conocido de la red, las compañías que la proporcionan y aquellas páginas web
que han apartado su lugar en el Word Wild Web con la intención de influir en los
comportamientos, las compras y los aprendizajes, tales como Google, Facebook,
Twitter y cientos de industrias como Amazon.
Pero ¿cómo influyen dichas industrias en nuestro
contexto? Según estadísticas del Banco Mundial en el año 2011 eran 46.927.125
habitantes en Colombia, actualmente 17.685.920[2]
usan Facebook con una penetración del 40.01%, cerca de 6 millones de hogares en
Colombia cuentan con conexión a Internet[3] y
aún resulta difícil establecer los usuarios de twitter y Youtube, que no solo
cuentan con la presencia de personas naturales, sino que a su vez son la
plataforma que hoy por hoy utilizan de forma constante las empresas para dar a
conocer sus productos y servicios, mediatizando así a la sociedad por todos los
canales posibles.
La internet es llamada la nueva revolución industrial y
esto se demuestra actualmente, pues ya no solo se es un simple usuario con
cuentas en diferentes redes, sino que por el contrario se es un usuario que
proporciona millones de datos en cada búsqueda, estas aunque gratuitas como en el caso de Google y útiles
por arrojar datos de interés, son finalmente pagadas por toda esta información
que se brinda al digitar las dudas o temas que se deseen conocer,
convirtiéndose la información de cada usuario en el pago por este servicio y
por ende en el sustento para aquellas empresas que apuntan a una publicidad más
segmentada y enfocada a sus clientes potenciales.
En Colombia, como en millones de países la información de
cada persona deja de ser privada, para ser “consumible y comerciable”, lo cual
demuestra la sugestión de los mensajes dirigidos a toda la sociedad, pues en un
principio se comenzaron a ver aunque pequeños, cuadros de texto con publicidad
en el Facebook, luego y de manera mágica estos comenzaron a responder a los
gustos personales, es decir si un día decidiste consultar acerca de marcas de
accesorios femeninos, reposterías o simplemente visitaste el fan page de una
película perteneciente a cierto genero, de un momento a otro el Facebook
comenzó a sugerirte a quién seguir? Ya no era solo publicidad situada en el
costado derecho de los perfiles sino a su vez información completa con
recomendaciones que responden a un seguimiento de gustos y estilos de vida.
La publicidad pretende persuadir y como Harold Lasswell mencionaba se convierte en propaganda que
“surge con la intensión de dirigir opiniones y actitudes a través de la
manipulación directa de sugestión social”. Y precisamente en este punto es
que la información de cada habitante comienza a ser gestionada y justificada
por unas leyes que más que justas se prueban el poder definido más como la
posibilidad de hacer lo que se desea por ser elite, ser una organización
poderosa y hacer parte de un gobierno y no por un bienestar real.
Actualmente y de manera irónica, Medellín, la
segunda ciudad más importante del país, se encuentra con respecto a la cantidad
de perfiles creados en Facebook en el puesto veintidós con 2.334.580 usuarios, pero si se evidenciase que se hace realmente con
este acceso o la aplicación de los conocimientos obtenidos gracias a la red,
podrían hablarse de muy pocos resultados, pues como afirmaba el documental la
internet y la red han sido creados para una rebelión social, en la que ese
costo que pagamos por nuestra información pueda ser como mínimo un donativo que
damos por los conocimientos proporcionados que llevan a las personas a innovar,
crear y establecer nuevas formas de acceso a los aprendizajes.
Millones de personas confluyen en la red, empresas
privadas y gobiernos gestionan cifras
incalculables y se adhieren a los que en un principio fue el lugar para la
libertad de pensamiento y que ahora y gracias a sus diferentes servicios no
solo ayuda a la conexión de los individuaos a nivel mundial, sino que también “permite
que los regímenes espíen y censuren como jamás lo habían hecho”, lo cual caza
perfectamente con nuestro país, pues como se demostró en el año 2009 el
gobierno utilizaba la tecnología para espiar a líderes de la oposición,
periodistas y demás, esto se evidencio con el gran escándalo que demostraba las
llamadas” chuzadas” del DAS; a su vez se ve ante la mirada pasiva de los
espectadores diferentes irregularidades que en ocasiones los medios con sus
agendas settings elijen esconder.
Claramente la Internet, las cientos de redes, los
conocimientos que confluyen en esta y el uso que de la información personal
hacen las grandes organizaciones, serán siempre temas controversiales, pues
nunca los usuarios pensaron que un simple gusto o duda se convertiría en
información de calidad para conocer y enfocar la publicidad, sin embargo es
este el precio que se paga a diario por conocer, se paga en Colombia y en el
resto del mundo, la clave estará en quién guiará su inteligencia para sacar
provecho a dichos gastos.
[1] Tomado de: http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/tics/tics.pdf. Marzo 27 de 2013.
[3] Tomado de: http://wsp.presidencia.gov.co/Prensa/2012/Noviembre/Paginas/20121108_05.aspx.
Marzo 27 del año 2013.
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